Loco.

Hasta que no interioricemos que podemos ser capaces de encontrar un lugar donde no nos martirizemos con historias que nos atraen por su crudeza, hasta que no entendamos que la intensidad también se puede experimentar sin las lágrimas que se callan y los peldaños con los que tropezamos y que nunca nos dejan subir, hasta que no asumamos nuestro potencial, no seremos felices.
Habría que darse cuenta de una maldita vez y dejarnos de gilipolleces, de esas malas caras de los que no entienden, de los que malpiensan, de las falsas amistades y sonrisas.
Asúmanlo, somos capaces de todo, por naturaleza y por joder, ¿por qué no?

...

Supongo que soy una chica normal. Sufro de los típicos problemas de amor, estudios y familia. No tengo nada diferente a los demás. Puede que sea algo más torpe que los demás, un poco desastre, algo despistada, desordenada, sensible e ilusa. Tiendo a olvidar todo excepto las fechas importantes, los números de teléfono y lo que me hace daño. Lloro a escondidas para aparentar ser más fuerte; y tb río bastante. Dicen que soy alocada, que estoy loca, nose si es así, pero bueno si lo es mi locura, esos chispazos que tengo, hacen que desasparezcan muchas veces los problemas de la gente que me importa y de mi. Sí, los problemas típicos  y ls que están añadidos debido a lo que experimentamos en la vida.
A pesar de mi bipolaridad, intento estar siempre con una sonrisa en la cara ( o eso me dicen), incluso cuando cae la primera lágrima. Cuando se me mete algo en la cabeza , no me rindo hasta conseguirlo. Me preocupo aveces demasiado, por cualquier tontería y me obsesiono con cualquier cosa. He ido cambiando a lo largo del tiempo, pero sigo teniendo la misma esencia.

Pero a tu lado.

"Te prometo que encontraré una excusa para buscarte a tientas las cosquillas y así hacerte reír cada vez que lo necesites, porque no puedo más que enorgullecerme y quitarme el sombrero ante tí.
Todo a mi alrededor me lleva a echarte de menos. Siempre dispuesta a excusar, confiar, esperar y soportar todo lo que venga."

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Te conozco casi mejor que a mí misma. Corres. Huyes. Te escondes. Desapareces. Te escurres por las grietas del recuerdo.
Crees que te refugias. Pero te dan pinchazos en el pecho. Y vuelves, porque ya no estás a salvo en ningún lugar. Y, aunque yo esté harta de tus idas y venidas,nunca sé irme del todo. Ni cerrar la puerta a cal y canto.
Así que, al verte, me quito el reloj (no quiero saber el tiempo que ha pasado) y te abrazo.

"Cuenta conmigo."